lunes, 2 de abril de 2012

Un viernes de locos

Estábamos durmiendo plácidamente el viernes cuando escuchamos ruidos en la calle que da al frente a nuestro dormitorio. Nosotros vivimos en el centro de una ciudad de unos 12.000 hbts. (ultra chica) y estamos rodeados de bares, por lo que escuchar a algún borrachín de vez en vez no es una novedad así que intenté cerrar los ojos y tratar de seguir durmiendo. Pero el escándalo no se terminaba y un hombre gritaba: "Fuuuuck youuuu!" y se escuchaban unos ruidos raros de fondo y el llanto de una mujer, y pensé que podían ser disparos pero no se escuchaba como disparos. En eso que estabamos tratando de conciliar el sueño y que el escándalo seguía afuera escuchamos: "¡Quieto! ¡Policía, policía!". Ahí fue que Alexander se paró de un salto de la cama y abrió las persianas para ver que pasaba, cuando me asomo a ver, tenían a un hombre (blanco, noruego) sin polera, bien malacatoso con tatuajes en todo el brazo, tirado en la calle y entre dos polícias trataban de inmovilizarlo con algo de dificultad. Una de las policías que lo estaba tratando de retener era más baja que yo, y el tipo este le dijo: "Ni siquiera saben inmovilizar a la gente!" y la tipa esta le grita con toda su furia en el oído: "¡PERO QUÉDATE QUIETO ENTONCES!". A todo esto le digo a Alexander que mire un poco más allá en la calle porque había una pistola tirada. Casi me da un infarto. ¿Aquí en este pueblucho también pasan esas cosas? El policía se acercó al arma y se puso unos guantes para examinarla. Le dije a Alexander que seguramente el arma era una pistola de balines o algo así, pero cuando el polícia la recoge y le saca las amuniciones, le revisa la recámara, y las pistolas a balines no tienen recámara. El arma se veía demasiado real. Eso ya nos quitó el sueño. De repente el policía saca de una esquina otra pistola que estaba escondida en unas escaleras. ¡Un loco con DOS armas!

Y después le echan la culpa a los extranjeros por la alta criminalidad.

La cosa es que leí en los diarios que el tipo andaba con una pistola a balines y una "soft gun" (y esas son réplicas idénticas a las pistolas de verdad, por eso tenía recámara) y se la andaba apuntando a la gente diciendo que los iba a matar. Una chica de 18 años se asustó tanto con el hombre que la seguía que le pegó una patada a una vitrina para poder esconderse en un local pero el tipo llegó antes de que ella alcanzara a esconderse y le disparó al amigo en el hombro sin que le pasara nada. A ella tuvieron que llevársela en ambulancia a urgencias y le tuvieron que poner 42 puntos en la pierna.

Así no más con nuestro fin de semana... menos mal que vivimos en el tercer piso.

¡Diosmio!

1 comentario:

Alejandrina dijo...

Aynooo, malditos locos. Yo hubiera llorado del miedo!